Lo primero que viene a mi memoria son algunas de las más famosas tabernas de los libros que he leído: así pues esta aquella regenteada por el famoso Cebadilla Mantecona “La Taberna del Pony pisador”, donde los hobbits esperan al pedo a Gandalf que no llega nunca teniendo de esta forma que contentarse con Trancos (Aragorn para los amigos). Otra local bastante famoso y más alegre todavía es aquella del país de los hobbits, “la Taberna del Dragón verde” donde Frodo y los muchachos se toman toda la cerveza y se fuman todo el tabaco para pipa!! Que buena vida!!!!. Por ultimo debo honrar otra no menos famosa pero si mas extraña, aquella con la cual Chesterton bautizo uno de sus geniales libros: “la Taberna errante” la cual debía su nombre a su principal cualidad: efectivamente era un local sin lugar fisco habitable; constituido por un cartel que rezaba “El Viejo Navío” en un poste de madera, un barrilito de ron, una horma de queso, Humphrey Puma (un tabernero pacifico) y capitán de navío Dalroy que no tenia muchas cosas para hacer!
En fin, mi taberna comparte algunas de las características de las famosas que he nombrado. Por ejemplo, el caso de la chimenea. La sensación de poder recostarse en algún mullido sillón, a la vera de una calida fogata enmarcada en murallas de piedra hollinada. El recuerdo de poder leer en el silencio y la tranquilidad de una noche fría, rivaliza en magnitud con pocos de los placeres que nos son permitidos de este lado del cielo.
Otra característica de este local es la infaltable cava subterránea con sus bargueños y estantes rebosantes de botellas. Cuantas sonrisas de deleite arranca la visión de una buena cava repleta de vinos y otras bebidas sabrosas a los paladares honestos de mis amigos! No puedo dejar de mencionar al buen whisky, bebida en la cual estoy incursionando, cortesía de un trío de fanáticos del asunto… Imaginando la cava, me parece que voy a tener que agregar un lugar para una pequeña heladerita donde depositar la bebida emblema del siglo XX, la bienamada Coca Cola®. Que poderosa conjunción de hierbas, agua y gas!!
De esta forma queda conformada a grandes rasgos la cava de la taberna, que bien podría ser el lugar donde el vagabundo gusano alado descanse, barriga al suelo, luego de deleitar su lujuria por los tesoros líquidos que esta cueva oscura y húmeda puede brindar.
En el próximo post seguiré hablando de otras cosas acerca de “la Taberna del Dragón errante”.